El resumen de esta boda podría decirse que fue la primera en pandemia pero sin restricciones, sin más (y sin menos) ya que eso, por aquel entonces era lo mejor que nos podía pasar.
Siempre digo:
-¡Esta boda es la que más ganas tenía de hacer!
Siempre lo digo, pero quizás esta, por diversos motivos era realmente especial, por las ganas que teníamos de fiesta, porque era una boda que se había pospuesto por el covid, porque a Rocío y Adrián les conozco de hace mucho tiempo y porque Rocío desde el minuto 0 me dió su confianza al 100% comunicándome las ganas que tenía, ¡de que yo fuese su fotógrafo! Además siendo sinceros, una boda de gente joven te dá mucha publicidad (¡si haces bien el trabajo!)
Durante meses nos mandamos fotos de otras bodas, mías y de otros compañeros, para tomar como ejemplo para la suya, sé que leía mi web y me pedía que la actualizase porque le encantaba leer mis articulo de otras bodas (como hoy escribo sobre la suya)
La boda fue un espectáculo, fue una preciosa ceremonia (y convite) en el Restaurante ESSENTIA de Tarancón, además pegado a este, se construyó el que para mí, es el hotel con la decoración más bonita que haya visto, el hotel ANSARES del mismo grupo.
Desde el primer momento la novia consiguió una aurora de felicidad y buen rollo junto con sus amigas y familiares que venían en modo damas de honor, descorchamos champan, reímos de alegría y lloramos de emoción y cómo no hicimos mil fotos!
La ceremonia emotiva, alegre, divertida y no muy larga, dejó destellos de magia a manos del grupo flamenco que vino a versionar algunas canciones, mientras hablaban para todos Alex y Nerea …amiga y hermano del novio…La emoción dejó paso a la exaltación tras el “Sí, QUIERO” de la pareja y la sorpresa (como dije al principio) de que el cóctel no se serviría en mesas, sentados, si no que sería de la forma tradicional, con la gente de pie, hablando, disfrutando y charlando (mascarillas y distancia de por medio, obviamente)
Después me llevé a los novios para los “posados” a los rincones más bonitos del hotel, donde entre risas pudieron soltar los nervios y comentar algunos detalles de la ceremonia…rápidamente (porque a mi no me gusta gastar mucho tiempo) les liberé para que disfrutasen del cóctel con los suyos, en lo que para mi es el mejor momento de las bodas, donde ya quedan muy pocos nervios y es la primera toma de contacto real, sin protocolos, donde poder comunicarse, abrazar y reír con sus familiares y amigos…
Del convite poco que añadir, una comida fantástica, muchas risas y mucha ilusión ¡Para la nueva pareja! Bueno, “nueva” es un decir, que Rocío y Adri se conocen de hace muchos años, viven juntos y además tienen un hijo, Sergio que no se lo pudo pasar mejor en la boda de sus papás, le vi correr, saltar, gritar, llorar de alegría, jugar con sus abuelos…
Para finalizar: Baile nupcial, discoteca, Jaguermeister…y un fotógrafo que se iba contento y alegre por su trabajo y por ver una pareja tan feliz! Hoy más alto que nunca te lo vuelvo a decir, GRACIAS ROCÍO por dejarme ser parte de tu vida en un momento tan especial!
Pd: Nunca había trabajado tanto en una boda, aparte de ir solo como siempre, imprimí, gracias a Vanessa de Carlin en Tarancon, 2 cuadros con 2 fotografías de la boda para regalar a las mamás de los novios, ¡aparte de las fotos también hice video! Y para colmo grabé un pendrive para ver las fotos de la boda en una pantalla gigante durante la discoteca, esta boda me sirvió para crecer profesionalmente y para hacerme ver a mi mismo de lo que puedo llegar a ser capaz…
Deja una respuesta