Hoy vengo a hablaros del material que utilizo para mis trabajos fotográficos, ¿qué te parece?
Si hablamos meramente de cámaras, te diré que antes trabajaba con la marca Nikon, siempre con 2 cámaras, porque nunca se sabe lo que puede ocurrir, y no podemos fiarnos de la electrónica y la mecánica. A priori son verdaderamente fiables, pero… ¿y si algún día por cualquier motivo, una caída, agua…. la cámara principal se estropea?
No podemos permitirnos el lujo de quedarnos sin trabajar ese día, por lo que siempre tengo una cámara en la recámara (nunca mejor dicho)
Estas cámaras eran los modelos d7200 y d750 para más información y estaban cargadas con dos tarjetas de memoria cada una, algo que me parece super importante, porque a estas las puedes ordenar que vayan haciendo copias de seguridad de tus trabajos y así nunca te quedarás sin foto.
¿Qué tamaño? Pues para mí el tamaño importa, en este caso, casi cuanto más pequeño mejor. Puestos a pensar mal, ¿y si un día pierdes una tarjeta? Mejor perder parte del trabajo y no perderlo entero, ¿verdad? Espero que esto nunca pase. 32Gb y 64Gb son mis preferidas.
Como verás voy doblando equipo constantemente y con las baterías no es diferente. 2 baterías como mínimo por cámara y cargador que siempre, en cuanto puedo, tengo enchufado…
Trabajo con varios objetivos también: un gran angular, un objetivo fijo con una gran apertura para retratos (que puede ser un 50mm o un 35mm) desenfoques y fotografía artística, y un objetivo medio o zoom. Antes tenía un zoom 70-200mm y ahora trabajo con un 24-105mm que me da más que de sobra para captar cualquier momento del día.
Para la luz: Cuento con tres flashes de mano tipo speddlight: uno de la marca Metz y dos de la marca Yonguo que utilizo siempre de forma manual, encima de la cámara o con un disparador. Varios paraguas y un reflector. Esto en bodas no se utiliza, pero en pre y post sí pueden ser necesarios.
Para ayudarme en la fotografía artística llevo una lensball y un prisma que son elementos de cristal que hacen rebotar la luz hacia el objetivo de una manera diferente…
Te he dicho que trabajaba con Nikon ¿verdad? Me cambié a Sony hace unos meses.
No fue fácil la decisión, pero me decidí a trabajar también con vídeo y en esto, a mi parecer, Sony no tiene competidor. Siempre he sido fiel a Nikon, todas mis cámaras fueron de esa extraordinaria marca, pero la verdad es que a la hora de hacer vídeo, se queda bastante atrás, (esto es una opción personal, seguramente otros muchos, piensen diferente y tengan su razón, no lo dudo)
El modelo de mi Sony es A7III, que si estáis metidos en este mundo de la fotografía, sabréis que es un modelo que ha pegado fuerte por su versatilidad, rapidez y dinamismo…
Trabajar haciendo vídeo me vino casi de rebote. Nunca había querido meterme en este mundo, pero me regalaron un dron, y aluciné. Volar un dron es una auténtica gozada y muchos clientes al enterarse me propusieron hacer vídeo, dron+cámara, y después de varias negativas me decidí a
dar el paso en esta nueva aventura de edición de vídeo.
Ahora cuento con un dron de última tecnología, Mavic Pro 2 Zoom, de la marca DJI y un estabilizador de vídeo para la cámara.
Finalizo mis trabajos con programas de edición, utilizo varios para el día a día, pero para trabajos profesionales siempre Lightroom y Photoshop para edición de fotografía y Final Cut Pro X para la edición de vídeos. También utilizo algunas App para el iPhone y el iPad, aunque en este caso suele ser más trabajar sobre nuevas ideas y darles forma.
El iPad es el que me sirve como carta de presentación a los clientes. Donde les puedo enseñar otros trabajos, sacar presupuestos etc…
Y bueno, ya habéis visto cómo es el equipo de un fotógrafo que no desaprovecha la ocasión de aceptar un trabajo para tener un nuevo reto y, sobre todo, tener clientes satisfechos y el mejor sabor de boca posible.

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