
¿Parece cosa de locos verdad? Sara y Clem se han dado el “sí quiero” en Francia y España con solo diez meses de diferencia. En Francés en el ayuntamiento de Lille y en Español, en una iglesia de Tarancón.
Como anécdota os contaré que la misa de España se dio en español y francés para que todos los asistentes pudiesen seguir sin problema la ceremonia…cosa que me sorprendió. ¡El nivel de estos curas era de sobresaliente!
Es una boda llena de anécdotas: para empezar, os diré que da igual que te cases por segunda vez y que lo hagas con la misma persona, los nervios llegan por todos los rincones como si fuese la primera vez que lo haces.
Clem salía desde la casa de la novia hacia el altar. Le tuvimos haciendo las fotos de cómo se vestía por la mañana a eso de las 11h. La boda era por la tarde y cuando llegó el momento dos horas antes de la ceremonia, allí estábamos en casa de la novia y os puedo decir que no he visto novia más nerviosa que Sara ese día. Pero si era su segunda boda… ¿Cómo podía ser?
Se juntaban las risas con las lágrimas. Los nervios y la tensión se apoderaron de ella hasta que salió a la calle y vio a todos sus amigos esperando para acompañarla a la iglesia. En ese momento recordó que aquel día era un día de alegría y felicidad y los nervios no tenían que apoderarse de ella y quitarle la posibilidad de disfrutar de su segundo día.
La ceremonia ya os he dicho que fue en dos idiomas, pero ademas, había una proyector con imágenes y texto para que absolutamente nadie se perdiese.
Como Sara y Clem son diferentes, la boda tenía que ser diferente al resto de las bodas. A la salida de la iglesia nos estaba esperando una charanga para amenizar la espera del cocktail. Rápidamente llegó la primera parada en la que tomamos algo para paliar el calor sofocante de aquel día.
Otro de las anécdotas de esta boda fue el baile nupcial. No podía ser el típico valls, baile que cada vez se lleva menos… Fue un baile… parte romántico, bailando los recién casados solos, y parte divertido, cuando un montón de amigos se unieron para hacer una coreografía grupal, terminando por todo lo alto, novia de por medio (nunca mejor dicho).
Por mi parte, solo puedo desearos lo mejor del mundo, sois unas personas maravillosas, os doy las gracias por confiar en mi trabajo tantas veces y por portaros conmigo de la forma que lo hacéis. Me alegro mucho que os hayan gustado todos los reportajes, y como ya os pregunté… ¿vamos a por la tercera?
Si has llegado hasta aquí, te habrás dado cuenta, que esta vez, la edición ha sido todo en blanco y negro y es que soy un fanático de esta estética, por supuesto, el reportaje se entregó en color, pero para la web he querido arriesgarme,
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