A veces, las personas que más queremos, por alguna razón no están en los momentos más especiales de nuestras vidas. Sin entrar en más detalles, esto es lo que sucedió en esta boda.
Una de las personas más importantes en la vida de los novios, no pudo verlos casarse, pero sí que estuvo presente en el corazón de todos los asistentes. Yo no tuve la oportunidad de conocerle pero si tengo que decir que todo el mundo me habló maravillas de él. Seguro fue una gran persona…
Esto hizo que la boda se llenase de sentimientos encontrados, lágrimas de felicidad, de alegría y lágrimas de tristeza porque los días especiales y una boda es uno de los días mas especiales en la vida de una persona, hacen que echemos la vista atrás para recordar a todas aquellas personas y todos los momentos vividos con ellas.
Recuerdo que fue la boda más emotiva a la que he asistido. En más de una ocasión tuve que aguantarme las lágrimas y tenía que hacer el difícil ejercicio de dejar de escuchar por no emocionarme y seguir concentrado en capturar los momentos mágicos que transcurrieron en este enlace.

Recuerdo además que todas las personas ese día estaban especialmente atentas conmigo, los amigos de los novios, la familia, incluso compañeros de trabajo del novio con los que tuve el placer de compartir mesa y se encargaron de que no me faltara de nada.
Hubo momentos muy graciosos que el novio nunca olvidará, como cuando entre todos le metieron en el baño para desnudarle y tuvo que venir la novia a poner orden. Que conste que todo con una sonrisa en la cara. (¡Espero que esas fotos el novio las tenga a buen recaudo!)
A estos novios ya los conocía pues tuve la suerte de que mi primer trabajo en el mundo de la fotografía de bodas me lo había confiado el hermano del novio hace ya algún tiempo, como siempre una alegría volver a trabajar con las mismas personas (eso da un plus de confianza)
Siempre guardaré un gran recuerdo de esta gran familia, que me ha tenido presente en sus días especiales.
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