Carmen y Juan Carlos. Al final, ¡Boda!
Después de más de 20 años de noviazgo y con 2 hijas en común, Juan Carlos y Carmen decidieron dar el “sí, quiero” en la iglesia de su pueblo de toda la vida. Donde se conocieron, han criado y formado una vida en común.
Los dos me han visto crecer. Desde pequeño pues eran amigos de la familia, de mis padres, ¡y ahora son amigos míos!
Y para mí es mucho mas difícil que la gente que te conoce pueda confiar en ti y en tu trabajo. O al menos en el nuevo trabajo ya que yo no he sido fotógrafo toda la vida.
Un día inolvidable sin lugar a dudas para todos.
«Una boda tradicional» me dijeron. Como segundo fotógrafo me encargaron unas fotos “normales”.
«No queremos rollos modernos y minimalistas, queremos algo de toda la vida, nos casamos por la iglesia y queremos tener nuestros posados y nuestras fotos con la familia. Y que tu fotografía nos haga recordar nuestra boda tal y como la entendemos.»
Manos a la obra:
Sus hijas. Esto de casarse teniendo hijos ya mayores de edad tiene su encanto. Tanto unos como otros se sienten orgullosos de estar en este día tan especial. Para ellos son lo más importante de sus vidas, y tenían que estar presentes y a su lado en toda la ceremonia. Neus, que es la pequeña, además les sorprendió con un baile flamenco y unas palabras que a más de uno hizo emocionarse.
Muchos nervios momentos antes de la ceremonia, pero como el tiempo nos acompañó y los invitados tenían ganas de celebrar que por fin Juan Carlos y Carmen se daban el “SI quiero», fue una boda fantástica. Y como ellos querían, no faltó de nada: Boda en la iglesia de su pueblo con sus familiares y amigos, con sus hijas como testigos. Cóctel, banquete y discoteca. ¡Vivan los novios!